Ciudad de México.- "A nuestra próxima reunión llegas con una falda que yo te haya comprado", así despidió el escritor Andrés Roemer a la bailarina Itzel Schnaas, en la puerta de su casa, al tiempo que le extendió unos miles de pesos.

No hubo una próxima vez. La joven bailarina "esquivó bromas, piropos y cumplidos" en lo que debía ser una cita de trabajo.

Roemer había citado a Schnaas en principio en un restaurante, pero dos horas antes, le pidió verse en su casa. Ella buscaba que su trabajo artístico fuera programado en el festival Ciudad de las Ideas, cofundado por él.

En un video hecho público, ella denunció el acoso sexual sufrido en su encuentro con el escritor y diplomático a fines de 2019.

Narró cómo "masajeó sus piernas cerca de la ingle".

"Tocar y/o excitar y/o masturbar, a veces hacen falta precisiones y no las tengo. Para mí fue un poco de todo. No supe qué hacer", dijo en el video.

Tras una investigación, la Unidad de Género de Grupo Salinas, encabezada por Jacqueline L'Hoist, determinó en diciembre de 2020 que el escritor "es un violentador sexual patológico que atenta contra mujeres".

Schnaas logró que su denuncia fuera atendida por la Unidad de Género en noviembre de 2020, a pesar de no ser empleada de la empresa.



Durante el proceso, la Unidad convocó a otras instancias como Periodistas Unidas Mexicanas (PUM) y MeToo México para ampliar la investigación.

Su denuncia y relato de los hechos, expone la víctima en el video, coincide con varios casos. Era un "modus operandi" de Roemer.

"Jacqueline L'Hoist hizo un extraordinario y maravilloso trabajo, lo primero que hizo fue volver viable mi caso. Lo tomó sin saber si lo podía tomar, lo volvió viable, lo investigó y lo llevó a buen puerto", expresó la mujer.

Periodistas Unidas Mexicanas (PUM) documentó en 2019 tres casos más por acoso sexual en contra del escritor. La denuncia de Schnaas, hecha pública en video, fue la cuarta.

"Hay terribles agresiones, pero no me atrevería a hablar de ninguno de ellos, eso se está investigando".

La bailarina refiere que Roemer, antes de la publicación del video, encontró la manera de citarla el domingo 14 de febrero en un restaurante en San Ángel, al sur de la ciudad. Un encuentro al que asistieron Lidia Camacho, amiga de él, y Javier Contreras, amigo de la denunciante.

Ahí, la joven leyó lo que haría público en el video difundido en YouTube y lo retó: "Dime, por favor Andrés, frente a tu amiga y frente a mi amigo, que no me diste dinero para comprarme una falda".

Roemer respondió: "No me masturbé". En ese encuentro, el escritor intentó convencerla de que todo era una confusión.

Tras publicar el video, dos denuncias más de mujeres en contra del señalado surgieron.

Schnaas defiende que al hacer público su caso busca justicia, un ya basta, y no descartó represalias.

"Andrés Roemer intentó vulnerarme, intentó convencerme que lo nuestro era una confusión, que en realidad no quiso violentarme, que en realidad estaba sintiéndose atraído por mí (...) Si hay un video de mí llorando y pidiéndole disculpas no me importa, así fue. Me engatusó, me vulneré pero también sostuve en ese mismo encuentro con él que la investigación sigue y que ojalá todas estemos equivocadas y que él jamás haya violentado a nadie, pero que lo dudo y que la investigación sigue".

Schnaas (México, 1990), docente y coreógrafa, estudió además filosofía. Ha trabajado con coreógrafos y grupos de danza contemporánea como Cecilia Appleton, Bernardo Benítez, Ricardo Domingo, Jaime Camarena y Vicente Silva.

Se ha presentado en Europa, América Latina y México. Ha dirigido proyectos artísticos con grupos vulnerables, enseña entrenamiento corporal en la compañía Teatro Ciego MX y dirige Fábrica Escena, donde desarrolla actividades culturales.